Con esta escueta frase, el Monstruo de las Galletas, también conocido como Triki o Sid, personaje de Barrio Sésamo, se abalanzaba sobre una pila de galletas y las devoraba. Hasta hace unos años, esas eran las únicas cookies que conocíamos. Pero de repente, hace unos años, otras cookies vinieron a invadir nuestra intimidad.

¿Por qué me aparece un mensaje al acceder a una página web y me pide aceptar las cookies? ¿Qué son las cookies? ¿Existe algún riesgo al aceptarlas?

Empecemos por el principio. Allá por 1994, WorldCom, empresa estadounidense del sector de las telecomunicaciones, pidió a Netscape Communications una opción para que el navegador de los clientes almacenara información de las transacciones que estos realizaban en su web, para no cargar sus servidores con esa información. Lou Montulli, programador de Netscape creó el concepto cookie, un pequeño fichero de texto que almacena información de las acciones del cliente en la web.

Y exactamente eso es una cookie, un fichero de texto con información nuestra, aquella información que el creador de la página web que visitamos quiere guardar. Si es una página multidioma, por ejemplo, el idioma que hemos seleccionado. Si es una página de compras, los artículos por los que nos interesamos. De esta forma, el proveedor conoce ‘cosas’ de nosotros y nos ofrece directamente aquello que cree será de nuestro interés.

Dado que se trata de un fichero de texto, las cookies no son peligrosas, más allá de exponer nuestra información al mundo. La actual legislación obliga a los sitios web a informar y permitirnos la elección de cookies.

En esta página de INCIBE tienes más información sobre las cookies, por si te has quedado con hambre!